Los Viña Tondonia Gran Reserva son vinos muy ricos y elegantes, vinos que apetece beber y beber. Su larga crianza, durante diez años, con dos trasiegas anuales, llevadas a cabo a mano, les otorga unas características especiales que los hace particularmente longevos; son vinos que, si han sido bien conservados, pueden ser disfrutados al cabo de muchos, muchos años. 

Pero si beber un Gran Reserva de Viña Tondonia es ya un pequeño lujo y tener alguna botella en la bodega es poseer un tesoro, poder acceder a una de sus cosechas más memorables es un verdadero privilegio, al alcance de unos pocos, y no sólo por razón de su precio: Viña Tondonia sólo ofrece sus vinos históricos a un número muy reducido de clientes, premiando su fidelidad, y lo hace en ocasiones contadas y otorgando un número de botellas muy limitado.